La herramienta digital es tan amplia y dúctil que, si se conjuga con cierto dominio del dibujo, posibilita resultados sorprendentes en el campo de la ilustración y la fantasía. El trabajo en capas, el zoom, la facilidad de corrección… tiene algo de juego, ajeno a esa tensión creativa a la que estamos habituados. Cierto que, al terminar, echo de menos poder tomar la obra en las manos, como objeto tangible más allá de la pantalla.